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La broncoscopia es un procedimiento seguro y eficaz que puede ayudar a diagnosticar y tratar una amplia gama de enfermedades pulmonares. Se realiza generalmente para obtener muestras de las secreciones respiratorias, tejido de los bronquios, pulmones o ganglios.
En una investigación reciente llevada a cabo por los CDC (del inglés, Centers for Disease Control and Prevention), se descubrió que el 99 % de los cigarrillos electrónicos que se vendían en los sitios evaluados de los Estados Unidos contenían nicotina, incluso aquellos que afirmaban no tenerla.[1] La nicotina representa un riesgo para la salud debido a su potencial adictivo y alta toxicidad, especialmente durante el desarrollo cerebral, etapa que culmina alrededor de los 20 años de edad.
La falta de aire, la opresión en los pulmones, las sibilancias constantes y la tos seca son algunos síntomas que aquejan a quienes padecen de esta enfermedad. En la actualidad, hay cerca de unos 235 millones de personas en el mundo con asma y aunque aún no tenga cura, es perfectamente tratable, es decir, se puede controlar de forma eficaz.
El humo del cigarrillo no solo afecta la salud inmediata al ser inhalado, sino que también tiene un impacto duradero en órganos vitales como los pulmones, sobre todo en la edad adulta. Sin embargo, dejar de hacerlo, además de mejorar la salud de quien fuma, protege la vida de quienes están a su alrededor.
La hipertensión pulmonar pediátrica (HPP) es una enfermedad rara caracterizada por la elevación anormal de la presión en los vasos (arterias pulmonares) que llevan sangre desde el corazón a los pulmones. La HPP puede tener múltiples causas, aunque es más común que se desarrolle como resultado de complicaciones relacionadas con enfermedades cardíacas o pulmonares. Si bien enfrentar un diagnóstico de HPP puede ser abrumador para los padres y desafiante para los pequeños pacientes, hay esperanza en los avances médicos y terapéuticos que están transformando el tratamiento de esta enfermedad.
Conocer la capacidad y rendimiento de todos nuestros sistemas es clave para detectar y tratar a tiempo distintas enfermedades, sin embargo, esto también nos permite entender cómo funcionan en el día a día, en las rutinas de ejercicio, en respuesta a los medicamentos que usamos e incluso ayuda a determinar los posibles riesgos en una cirugía compleja.