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Cita con tu bienestar

¿Qué hacer si mi hijo se fractura?

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Una fractura es la ruptura de un hueso. En los niños, se trata de una lesión común debido a que éstos se encuentran en fase de crecimiento y desarrollo, siendo sus huesos más frágiles que en el caso de los adultos. Pueden tener lugar en cualquier parte del cuerpo, pero las lesiones por fractura más comunes se dan en las muñecas, los brazos y los codos, y suelen ocurrir después de una caída.

Si su hijo se lastima, a veces puede ser difícil determinar qué tan grave es y si tiene un hueso roto. Cuando un hueso se rompe, generalmente se escucha un “chasquido”, existen señales de hinchazón, moretones o sensibilidad, dificultad en el movimiento, y la parte del cuerpo se ve torcida o diferente a como estaba antes. Por ende, y debido a que un hueso roto no se puede detectar a simple vista, la única forma de saber con certeza si lo está, es obteniendo ayuda médica. 

Hay algunas recomendaciones sobre qué hacer cuando sucede la lesión, como, por ejemplo, tratar no mover el brazo, la pierna o el lugar afectados, retirar suavemente la ropa del área, y mantener la extremidad lesionada en la posición en la que se encontró, mientras se obtiene atención médica de inmediato. Lo más frecuente es que la fractura se trate con un yeso –una venda dura que mantiene el hueso inmóvil durante el proceso de curación– o a veces sólo un entablillado en la mayoría de lesiones sencillas; si la fractura se da con desplazamiento, el médico puede necesitar mejorar su alineación manipulándola. Algunas lesiones requieren cirugía, colocación de clavos, placas o tornillos: todo esto lo determinará el médico tratante. 

Cabe destacar que los huesos de los niños sanan muy rápido. Si la fractura requiere intervención quirúrgica, luego de ésta, el niño deberá usar el inmovilizador de yeso o una férula hasta que el hueso haya sanado, lo cual generalmente toma cerca de la mitad del tiempo que necesitan los huesos de los adultos. El médico de su hijo confirmará el tratamiento específico para la fractura teniendo en cuenta la magnitud de la misma; las expectativas de la evolución de la lesión; la edad, el estado general de salud, y la tolerancia que el niño tenga a ciertos procedimientos o terapias.

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¿Identificas alguno de estos síntomas?



Es importante señalar que las fracturas, aunque son difíciles de controlar, se pueden prevenir creando entornos más seguros para reducir riesgos. Entre las medidas de precaución se incluyen las siguientes: ubicar barandas y puertas de seguridad en la parte superior e inferior de las escaleras en casa, así como usar antideslizantes en duchas y tinas para evitar caídas; retirar objetos inestables en donde los niños puedan pararse o alfombras pequeñas que los hagan resbalar en el piso; encontrar áreas de juego con una superficie cómoda –de caucho o arena– en vez de un espacio duro; cerciorarse de que las ventanas no se abran más de diez centímetros asegurándolas con protectores o topes –los niños pequeños pueden caerse por una ventana aún cuando sólo esté abierta 15 centímetros–; y usar una luz de noche adicional en su habitación, por seguridad. 

Cuando los pequeños comiencen a andar en bicicleta, patines, o scooter, deberán emplear su respectivo casco y equipo de protección. Es aconsejable no colocar a niños pequeños en toboganes con los adultos, pues sus pies pueden atascarse y lesionarse. 

Por otro lado, para mantener huesos fuertes, se indica el consumo de alimentos ricos en calcio y vitamina D, que se encuentran en productos lácteos, frijoles, nueces, semillas, cereales, y vegetales de hojas verdes. Los suplementos de vitaminas y calcio diseñados para niños, también pueden ayudar a satisfacer las necesidades de su hijo. Asimismo, actividades como caminar, correr, saltar o subir escaleras son idóneas para fortalecer sus huesos. Se denominan actividades con carga de peso porque utilizan la fuerza de los músculos y la gravedad para ejercer presión sobre ellos. 

Vale la pena mencionar que los huesos crecen en tamaño y fuerza durante la niñez. La masa ósea obtenida a través de la actividad física en la infancia, ayudará a determinar qué tan saludables serán los huesos a lo largo de la vida. Consulte con el pediatra de su hijo sobre la salud de sus huesos; si el niño tiene alguna condición médica especial que pueda interferir con el desarrollo de la masa ósea, y pídale al experto formas de minimizar el problema para evitar futuras complicaciones.

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Hospital internacional de Colombia HIC Jpint Commission
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