¿Cómo desarrollar rutinas y buenos hábitos en mis hijos?

Si bien todas las personas pueden desarrollar buenos hábitos a cualquier edad, es fundamental enseñar a los niños mientras son pequeños. De hecho, según un estudio de la Universidad de Brown, a los nueve años, los niños desarrollan rutinas y hábitos que es poco probable que cambien. Antes de pedirles a sus hijos que creen un nuevo hábito, recuerde adoptarlo usted mismo: como padre, usted es el mayor modelo a seguir para sus hijos, por lo que una de las mejores maneras de ayudarlos a desarrollar buenos hábitos, es darles un buen ejemplo. Cabe destacar que los niños aprenden de quienes los rodean: maestros, cuidadores, amigos, e incluso de lo que ven en televisión e Internet. Aún así, son imitadores de sus padres: decirles a sus hijos qué hacer no siempre funcionará, ellos también necesitan verlos eligiendo hábitos adecuados. 

Los entornos atractivos y predecibles y las interacciones positivas continuas entre adultos y niños son necesarios para promover el desarrollo social y emocional de los niños y prevenir comportamientos desafiantes. Por ello, seguir horarios y rutinas claros y simples es importante, pues estos ayudan a los niños a: sentirse en control de su entorno; estar cómodos y protegidos; conocer lo que está sucediendo ahora y lo que viene después; saber hacer una actividad o tarea; y participar en el aprendizaje. 

Asimismo, las rutinas pueden enseñarles a los niños hábitos saludables. Informarles acerca de una buena higiene, como cepillarse los dientes y lavarse las manos antes y después de comer, es un ejemplo de ello. Existen varias maneras para desarrollar éstas y otras conductas, entre ellas puede considerar las siguientes: 

• Prestar atención al tipo de alimentos que compra, limitar la comida chatarra, mantener frutas y verduras frescas disponibles, servir una variedad de alimentos saludables y usar tamaños de porción adecuados. Comer juntos como familia; en la mesa y no frente al televisor. 

• Supervisar las actividades de sus hijos: establecer límites de tiempo en los teléfonos inteligentes o pantallas, y promover la actividad física en su lugar. 

• Animar a los niños a probar actividades grupales, como deportes en equipo o artes marciales; estos pueden ayudar al crecimiento y a la autoestima de un niño. Encuentre otras actividades aeróbicas para agregar al día de sus hijos. 

• Asegúrese de que los niños descansen lo suficiente. Hable con su médico acerca de la cantidad de horas de sueño que debe tener para su edad.

Es necesario tener en cuenta que es mejor comenzar primero con uno o dos hábitos, para luego introducir otros con facilidad.

¿Tienes dudas?

La importancia de las rutinas en la familia 

Las rutinas familiares establecen cómo las familias se organizan para hacer las cosas, pasar tiempo juntas y divertirse. Ayudan a los miembros de la familia a saber quién debe hacer qué, cuándo, en qué orden y con qué frecuencia. 

Hay que mencionar que cuando los bebés y niños pequeños forman parte de actividades y rutinas familiares, desarrollan relaciones con las personas con las que interactúan y adquieren un sentido de pertenencia y confianza en sí mismos. Entonces, a medida que los niños mayores y los niños pequeños crecen, pueden seguir hábitos, demostrando una independencia emergente y adaptándose a los cambios más fácilmente. 

Una característica del crecimiento y de la etapa de desarrollo, es que el funcionamiento de los niños –incluido el juego– se vuelve cada vez más complejo en cuanto al lenguaje, la cognición, la interacción social, el movimiento físico, y prácticamente los demás aspectos. La mayor capacidad de organización y memoria del cerebro en esta etapa hace posible que los niños combinen rutinas simples con estrategias más complejas, de acuerdo a su edad. 

Por ello, se recomienda que sus hijos lo ayuden con diferentes actividades. Revisar con ellos el horario todas las mañanas y a lo largo del día, les permitirá saber qué va a pasar a continuación. Lo aconsejable será mantener la rutina lo más similar posible todos los días; no obstante, usted también podrá ser flexible: pues hay planes que cambian y cosas que suceden. Lo bueno será avisar a sus hijos con anticipación si el programa va a ser diferente.

Tener tareas domésticas como parte de la rutina familiar ayudará a los niños y adolescentes a desarrollar el sentido de responsabilidad y algunas habilidades básicas como el manejo del tiempo. Estos son comportamientos que los niños podrán emplear de por vida. Crear rutinas requiere de grandes esfuerzos; sin embargo, representan grandes beneficios para todos.