¿Qué debo hacer si mi hijo se lesiona durante la práctica de deportes o actividades físicas?

¿Sabrías qué hacer si tu hijo se lesiona durante la práctica de actividad física o deportiva? Ver a sus hijos disfrutar de los deportes y actividades físicas es una de las mayores alegrías para los padres, siendo esto el reflejo de una vida activa y sana que los llena de satisfacción.

Las actividades deportivas son esenciales para el desarrollo físico y emocional de los niños, ayudándolos a fortalecer su cuerpo y desarrollar destrezas mentales como parte de sus vidas, sin embargo, a pesar de los numerosos beneficios, y las precauciones que se tomen frente a la prácticas físicas, estas actividades también conllevan un riesgo de lesiones. Saber cómo actuar en estos casos es crucial para garantizar una pronta recuperación y minimizar el impacto negativo; si bien algunas lesiones son leves y solo requieren cuidados básicos en el hogar, otras pueden ser más graves y requerir atención médica profesional.

¿Qué hacer en caso de una lesión deportiva en un niño?

Lo primero y más importante es mantener la calma y tranquilizar al niño, de lo contrario el pánico solo empeorará la situación, mantener la calma es esencial para poder tomar decisiones claras y efectivas. Observar la lesión con atención ayudará a determinar su gravedad, es decir, si la lesión es leve, como un esguince o una contusión, es probable que se pueda tratar en casa, siempre y cuando se cuente con el conocimiento necesario y la práctica de los primeros auxilios en este tipo de situaciones; si la lesión es más grave y el niño presenta dolor severo, incapacidad para mover una extremidad, deformidad visible, sangrado profuso o signos de conmoción cerebral (como pérdida de conciencia, mareo o vómitos), como una fractura o una dislocación, lo recomendado es buscar atención médica inmediata Evite generar prácticas caseras en la lesión, esto podría empeorar aún más.

Si se trata de una lesión leve, aplica el método de reposo, hielo, compresión, elevación, este método es eficaz para lesiones menores como esguinces, torceduras y contusiones. El reposo ayuda a prevenir un mayor daño, el hielo reduce la inflamación y el dolor, la compresión con vendajes elásticos controla la hinchazón, y la elevación disminuye el flujo sanguíneo a la zona lesionada. Cuando se trata de heridas abiertas sin gravedad, se debe lavar la herida con agua y jabón, aplicar un antiséptico y cubrir con una venda limpia para prevenir infecciones.

Incluso si la lesión parece menor, es aconsejable que un profesional de la salud la evalúe. Un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones y asegurar que el tratamiento adecuado se inicie lo antes posible para una recuperación completa. El médico evaluará la lesión y determinará el mejor tratamiento, para ello, los profesionales recurren a diversas técnicas, como radiografías, resonancias magnéticas y ultrasonidos, para determinar el alcance del daño. Según el diagnóstico, el tratamiento puede incluir:

Terapia física, ayuda a restaurar la función y la movilidad de la parte afectada del cuerpo, puede Incluir ejercicios específicos, estiramientos y técnicas de fortalecimiento muscular, acompañado de medicación como antiinflamatorios y analgésicos de modo que se pueda manejar el dolor y la inflamación. En casos severos como fracturas complejas o desgarros de ligamentos es muy probable que se recurra a la intervención quirúrgica y al uso de material ortopédico interno.

Reposo y recuperación: el tiempo de recuperación varía según la lesión y la respuesta del cuerpo al tratamiento. Es esencial seguir las recomendaciones médicas y no apresurar el regreso a la actividad física, lo más idóneo es retomar gradualmente a la actividad deportiva cuando se esté completamente curado.

Llamado a la prevención de lesiones deportivas

• Asegúrese de que el niño esté en buena forma física antes de comenzar cualquier actividad deportiva nueva.
• Anime a su hijo a calentar antes de la actividad y a enfriarse después.
• Enséñele a su hijo la técnica adecuada para su deporte.
• Asegúrese de que el pequeño use el equipo de protección adecuado.
• Comuníquese al entrenador de su hijo sobre las reglas y regulaciones del deporte, en caso que usted perciba un mal entrenamiento.
• Esté atento a las señales de dolor o fatiga en su hijo y anímelo a tomar descansos cuando los necesite.

La prevención es clave , por lo que debe asegurarse de que su hijo esté en forma físicamente, use el equipo de protección adecuado y siga las reglas del deporte. Con el cuidado y la atención adecuados, el pequeño podrá volver a la actividad deportiva de manera segura y disfrutar de los beneficios de un estilo de vida activo. Si tienes dudas comunícate con el Instituto de Pediatría (607) 6380505 o al 3242432326, o escribe al correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. .