¿Cuándo es considerado un embarazo de alto riesgo?

Existen diferentes causas que hacen que un embarazo sea considerado de alto riesgo , sin embargo, no significa una sentencia definitiva para la madre y su bebé. Más bien, es una señal para prestar el cuidado y la atención especializada que necesitan. Tomar medidas proactivas garantiza el bienestar antes, durante y después del embarazo.

Descubrir que estás embarazada suele ser la mejor y más emocionante noticia, quizás junto con tu pareja han deseado ser padres, pero si adicional, les informan que es un embarazo de alto riesgo, seguramente la preocupación les invadirá. Es natural sentir un torbellino de emociones, lo más importante es recibir a tiempo atención especializada.

¿Qué implica un embarazo de alto riesgo?

Se refiere a una situación en la cual existen condiciones médicas preexistentes o factores que aumentan las probabilidades de complicaciones tanto para la madre como para el bebé. Estos factores pueden ser variados y surgir antes, durante o después del embarazo. Algunos de estos factores incluyen enfermedades hereditarias, enfermedades crónicas, problemas con el útero o la placenta, embarazos múltiples (gemelos o trillizos), o dificultades surgidas durante el propio embarazo. Asimismo, la adolescencia y la edad materna avanzada aumenta potencialmente los riesgos.

En la madre también puede haber un embarazo de alto riesgo si presenta presión arterial alta, diabetes o hemorragias que haya tenido en embarazos anteriores. En el caso del bebé el peligro aumenta cuando se identifican infecciones de tipo viral o bacteriano, también por enfermedades genéticas o si cursa con alguna alteración en el crecimiento o en su desarrollo.

¿Cómo se maneja un embarazo de alto riesgo?

Se estima que cerca de un 20% de los embarazos son considerados de alto riesgo y se asocian con más del 80% de las complicaciones que se presentan durante el nacimiento y las primeras horas, días o semanas de vida del bebé. La medicina especializada actual que se encarga del cuidado materno-fetal antes, durante, en el parto y después del embarazo, ha logrado disminuir la morbimortalidad, centrando la atención en los aspectos fetales y neonatales. Igualmente, identificando, vigilando y cuidando el grupo de mujeres embarazadas con factores de riesgo claramente reconocidos.

Cuanto más factor de riesgo mayor probabilidad de complicaciones para la madre y el bebé durante el embarazo, el parto y el postparto. Por tanto, aquellos factores de riesgo que se puedan minimizar, controlar o eliminar aumentan las probabilidades de tener un embarazo exitoso. La clave para gestionar un embarazo de alto riesgo radica en la detección temprana y la atención especializada.

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Aquí hay algunas pautas importantes:

Supervisión prenatal rigurosa

Se requieren visitas más frecuentes al obstetra para monitorear de cerca la salud de la madre y del bebé. Las ecografías son seguras y hacen parte fundamental de este control. Los estudios de ultrasonido son una parte integral del cuidado prenatal y ofrecen a los futuros padres la oportunidad de ver y conocer más sobre el crecimiento de su bebé. Estas son algunos tipos de ecografías que se pueden hacer durante el embarazo:

• Ecografía temprana: realizada en las primeras semanas para confirmar la gestación y determinar la ubicación del embrión dentro de la cavidad uterina.

• Ecografía cromosómica: realizada entre las semanas 11 y 13.6 para identificar si el bebé tiene enfermedades genéticas como la trisomía 21 (Síndrome de Down), o malformaciones que pongan en peligro su vida.

• Ecografía morfológica o de detalle anatómico: realizada entre las semanas 20 y 24. Se enfoca en la evaluación detallada de la anatomía fetal para detectar posibles malformaciones y determinar que sea un bebé sano. Revisa la curva de crecimiento y el líquido amniótico.

• Ecografía Doppler: se puede realizar a partir de las 25 semanas hasta las 42 o según considere el especialista. Mide el flujo sanguíneo en el útero, el cordón umbilical y los vasos sanguíneos del feto. Se utiliza para evaluar la salud vascular del bebé.

• Ecografía 3D/4D/5D: realizada entre las semanas 25 y 30. Proporciona imágenes en tiempo real, permitiendo a los padres ver detalles más realistas del rostro y las extremidades del bebé.

Estilo de vida saludable

Adoptar hábitos de vida saludables, incluyendo una dieta equilibrada, realizar actividad física adecuada (según las indicaciones médicas), evitar sustancias perjudiciales como el alcohol y el tabaco, y asegurarse de descansar lo suficiente, es esencial. Un cuerpo y mente saludables son activos importantes en la gestión de un embarazo de alto riesgo.

Apoyo Emocional

El apoyo emocional juega un papel crucial. Hablar con la pareja, amigos, familiares o un profesional de la salud mental puede ayudar a manejar el estrés y la ansiedad asociados a esta condición. Unirse a grupos de apoyo para mujeres que atraviesan experiencias similares ha resultado ser de gran ayuda. A menudo, compartir experiencias puede brindar consuelo y consejos prácticos.

Para más orientación y ayuda consulta los canales de atención del Instituto para el Cuidado de la Mujer (607) 638 05 05 o 324 243 2326 o escribe al Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..