Cuidado de la piel: consejos para realzar la belleza natural de la mujer

En los últimos años se ha incrementado en un 40% la demanda en la compra de productos para el cuidado de la piel, sobre todo en la población femenina, una cifra significativa a diferencia de los años anteriores a la emergencia por la COVID-19; acompañado de la aplicación de algunas rutinas tendenciosas que se han desarrollado para convertir el cuidado dermatológico de la piel, en una práctica saludable y placentera que dinamice la belleza femenina.

Es fundamental resaltar el rol de estos cuidados, sobre todo por los factores y riesgos a los que a diario se expone la piel, desde los cambios del medio ambiente hasta los episodios a los que cada mujer se enfrenta como parte de su rutina; recordemos que algunas situaciones en las que el cuerpo o el organismo se sienten altamente vulnerados pueden producir efectos que se exteriorizan a través de la piel, ya sean hormonales o físicos en señal de alguna alteración del sistema.

La piel no solo es una capa externa; es el órgano más grande del cuerpo humano y cumple diferentes funciones, incluyendo proteger el cuerpo de lesiones, mantener el balance de la temperatura corporal, y actuar como barrera protectora en contra de infecciones y enfermedades. Está compuesta por varias capas, la capa externa o también llamada epidermis, la capa intermedia que es la dermis y la hipodermis, la capa más profunda. La piel refleja la salud interna, el bienestar emocional y sobre todo la autoestima de cada mujer.

Desde hace muchas décadas, las mujeres han buscado diferentes alternativas con el fin de realzar su belleza natural y preservar la juventud de la piel. En la era moderna, con una amplia gama de productos y técnicas disponibles, el cuidado de la piel se ha convertido en un arte que constantemente ha trascendido la estética, abarcando aspectos de salud, bienestar y autoconfianza. Los cuidados adecuados para la piel varían según su tipo y las necesidades específicas de cada persona, por lo que es esencial personalizar la rutina de cuidado para cada mujer. También la edad, la fisiología o problemas de acné resultan componentes determinantes para inclinarse por un tipo de producto o tratamiento dermatológico.

Aprende con nosotros algunos consejos básicos para desarrollar una rutina de cuidado de la piel que se adapte a tus necesidades como mujer y te ayude a alcanzar los objetivos de salud y belleza.

Rutinas de limpieza: Es importante limpiar la piel diariamente para eliminar el exceso de grasa, suciedad, sudor y otras impurezas que se acumulan en la superficie de la piel. Se recomienda utilizar una crema limpiadora suave que se adapte al tipo de piel y no altere su pH.

La hidratación adecuada es esencial para mantener la piel suave, flexible y bien nutrida. Se debe aplicar una crema hidratante adecuada para el tipo de piel después de la limpieza, especialmente después de la ducha cuando la piel está más receptiva a la absorción de la humedad.

Uso de un buen protector solar; la exposición excesiva al sol puede causar daños en la piel, como quemaduras solares, envejecimiento prematuro y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Es importante aplicar protector solar de amplio espectro con un adecuado factor de protección solar antes de salir al sol y volver a aplicarlo cada cierto tiempo, especialmente si se está nadando o sudando

La alimentación saludable, basada en una dieta equilibrada rica en vitaminas, minerales y antioxidantes es beneficiosa para la salud de la piel. Consumir alimentos como frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a mantener la piel en óptimas condiciones. Beber bastante agua también promueve la salud del cuidado de la piel, consume dos litros de agua al día y lucirás una piel hidratada.

Estilo de vida saludables: Evita productos que contengan nicotina, limita el consumo de bebidas alcohólicas. Mejorar la calidad del sueño, durmiendo lo suficiente y también trata de reducir el estrés; estos hábitos pueden beneficiar la salud de la piel y prevenir problemas como el acné, la sequedad y el envejecimiento a temprana edad.

Evitar productos que irriten la piel. Algunos productos para el cuidado de la piel, como los productos con aromas fuertes o ingredientes agresivos, pueden irritar la piel y empeorar ciertos problemas. Es importante elegir productos suaves y evitar aquellos que causen irritación o sensibilidad

Antes de empezar a adoptar rutinas o adentrarte en el mundo del cuidado de la piel es fundamental acudir primero a un profesional en esta área, en este caso un dermatólogo, quien te podrá guiar y recomendar productos dermatológicamente autorizados o rutinas sanas para el cuidado de la piel. Todos los organismos son únicos, tal vez lo que a algunas personas les resulte beneficioso para su piel, puede ocasionar efectos secundarios en otras pieles, por ello, no es correcto autorecetarse insumos o tratamientos caseros, esto podría alterar o irritar la piel, recuerda siempre asesorarte con un especialista.