Mamografía: ¿a partir de qué edad debo hacerlo?

Antes de que aparezcan bultos en los senos o se presenten otros de los síntomas del cáncer de mama, es posible detectar la presencia de esta enfermedad. La mejor herramienta con la que contamos hoy para hacerlo es la mamografía, un examen al que toda mujer mayor de 40 años debería acceder de forma anual.

Este procedimiento, para el que se requiere menos 20 minutos, toma una imagen detallada de la mama con rayos x. Con esta “fotografía”, los especialistas pueden identificar fácilmente cualquier anomalía como calcificaciones o masas, y definir si se requieren de exámenes diagnósticos complementarios.

La mamografía se realiza con una máquina especial que emite dosis muy bajas de radiación y está equipada con dos placas de plástico que comprimen durante unos segundos el seno para lograr una mejor imagen. Este proceso puede generar molestias, por ello se recomienda acudir una semana después del periodo menstrual, cuando las mamas no están tan sensibles.

Consejos para una mamografía

• Evita el uso de desodorantes, cremas o perfumes en las axilas y en las mamas un par de horas antes del procedimiento. Estas partículas podrían generar falsas alarmas.
• Para el examen será necesario que te desvistas de la cintura para arriba. Llevar vestido puede resultar incómodo para algunas pacientes.
• Solicita tus radiografías y guarda un histórico. Este archivo permite tener una trazabilidad, independientemente del centro en el que te practiques el examen.

Después de la mamografía es posible que te contacten para desarrollar más exámenes. Que esta comunicación no te alarme. En estos casos, menos de una de cada 10 mujeres resulta con diagnóstico de cáncer de mama, de acuerdo con la Sociedad Americana contra el Cáncer.

Dentro de esos exámenes complementarios se pueden realizar ecografías o una nueva mamografía en la que se toman más imágenes en un área particular. En algunos casos puede solicitarse una biopsia.

Que esto no te asuste ni te detenga. Diferentes estudios e investigaciones han documentado que las mujeres que se realizan regularmente las mamografías tienen una posibilidad mayor de detectar tempranamente el cáncer de mama y por ende acceder a un tratamiento menos agresivo, sin necesitar de extirpar el seno.