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Desde Ecuador hasta Bucaramanga: cirugía de la aorta devuelve la esperanza a María Patricia

  • María Patricia, una mujer de 41 años proveniente de Ecuador y con síndrome de Turner, recibió un diagnóstico inesperado durante un chequeo médico. Esta condición genética, que afecta exclusivamente a mujeres, puede asociarse en algunos casos con complicaciones cardiovasculares como insuficiencia aórtica severa y dilatación de la aorta ascendente. Aunque ella no presentaba síntomas, el hallazgo implicaba un alto riesgo de ruptura aórtica, por lo que requirió atención inmediata.

  • En el HIC Instituto Cardiovascular se le practicó una cirugía de alta complejidad para reemplazar la raíz aórtica (la porción inicial de la aorta) y preservar su válvula aórtica nativa, sin necesidad de implantar una prótesis artificial. El procedimiento, conocido como técnica de David o reimplante valvular aórtico, fue liderado por el equipo especializado en enfermedades de la aorta del HIC.

  • Gracias al abordaje integral y al trabajo de un equipo multidisciplinario, la paciente tuvo una recuperación satisfactoria y pudo regresar a su país con seguimiento médico. Su caso demuestra cómo el acceso oportuno a tecnología avanzada y a especialistas altamente calificados puede transformar el pronóstico de enfermedades cardiovasculares graves en nuevas oportunidades de vida.

Bucaramanga, Colombia, septiembre de 2025. María Patricia Enríquez, una paciente de 41 años originaria de Ecuador, llegó al HIC Instituto Cardiovascular en Bucaramanga, Colombia, para someterse a una cirugía de alta complejidad que le salvó la vida.

El diagnóstico fue completamente inesperado. Mientras se preparaba para una cirugía ortopédica por displasia de cadera, los exámenes prequirúrgicos revelaron insuficiencia aórtica severa y dilatación de la aorta ascendente, hallazgos que implicaban un alto riesgo de complicaciones graves. Estas alteraciones estaban relacionadas con el síndrome de Turner, una condición genética exclusiva de mujeres que puede asociarse con malformaciones cardíacas congénitas y, en algunos casos, con enfermedades de la aorta.

Cirugía de la aorta

“No tenía ningún síntoma. Gracias a ese chequeo lo descubrimos y empezamos a buscar las alternativas más seguras. Encontramos que el HIC era uno de los centros de referencia en Latinoamérica para temas del corazón y decidimos venir”, relata María Patricia.

Un reto quirúrgico 

El síndrome de Turner es una condición genética poco frecuente que afecta aproximadamente a 1 de cada 2.500 mujeres. Entre sus manifestaciones clínicas se incluyen alteraciones cardiovasculares, como el debilitamiento y la dilatación progresiva de la aorta, lo que incrementa el riesgo de ruptura o disección aórtica si no se trata a tiempo.

El Dr. Gustavo Prieto, jefe de Cirugía Cardiovascular del HIC Instituto Cardiovascular, explica: “Fue una cirugía de gran complejidad que incluyó la técnica de David, lo que significa reemplazar la raíz de la aorta y el segmento ascendente, pero conservando la válvula aórtica de la paciente. De esta manera se evita la necesidad de implantar una válvula mecánica que requeriría anticoagulación de por vida”.

Pero el reto fue aún mayor. Los estudios mostraron que la enfermedad también comprometía el cayado aórtico, la parte de la aorta que da origen a los vasos que llevan sangre a la cabeza y a los brazos. Esta región, al estar dilatada, debía reemplazarse para prevenir riesgos de ruptura. La afectación incluía la primera porción de la arteria subclavia izquierda y el inicio de la aorta torácica descendente, lo que amplió el alcance de la cirugía.

Cirugía de la aorta

Para resolverlo, el equipo utilizó una prótesis híbrida. Este dispositivo combina dos componentes: un tubo de dacrón (un injerto sintético que reemplaza la parte dañada de la aorta) y un segmento endovascular que se implanta en el mismo acto quirúrgico a corazón abierto.

“Este tipo de prótesis nos permitió reconstruir gran parte de la aorta de manera segura, en un solo procedimiento”, añade el Dr. Prieto.

La intervención duró más de 10 horas y requirió la reconstrucción de estructuras críticas. El objetivo fue eliminar los riesgos de ruptura o disección y garantizarle a la paciente una expectativa y calidad de vida mucho mejores.

Recuperación y apoyo integral

A las tres semanas de la cirugía, María Patricia ya caminaba con normalidad e incluso pudo recorrer parques, iglesias y lugares históricos de Bucaramanga.

“Me siento mucho mejor, el dolor ha disminuido y he podido disfrutar de la ciudad durante mi recuperación. El acompañamiento de la Oficina Internacional ha sido invaluable; me han apoyado y orientado en cada paso del proceso”, comenta.

Su madre, emocionada, resalta la experiencia vivida: “Fue un camino difícil, pero confiamos en Dios, en el doctor y en todo el equipo médico que nos acompañó. Aquí encontramos la mejor atención para un caso tan complejo, y solo sentimos un profundo agradecimiento”.

Centro de excelencia con personal médico preparado

El HIC Instituto Cardiovascular cuenta con un equipo multidisciplinario especializado en enfermedades de la aorta, respaldado por un centro de excelencia que integra diagnóstico avanzado, cirugía de alta complejidad y seguimiento a largo plazo. Este enfoque integral permite manejar casos complejos bajo estándares internacionales de calidad y seguridad, ofreciendo a cada paciente atención personalizada y una experiencia de cuidado confiable.

Cada año, la institución recibe pacientes de diferentes países que encuentran en Bucaramanga no solo soluciones médicas de alta especialización, sino también un acompañamiento humano cercano en cada etapa del tratamiento.

Hoy, María Patricia se encuentra estable y agradecida por la oportunidad de acceder a una cirugía que le devolvió la tranquilidad y la esperanza:

“Lo que más valoro es el profesionalismo de todo el equipo y el cariño con el que me trataron”, concluye emocionada.

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