Mantener una adecuada nutrición en la etapa posterior al trasplante renal, es esencial para preservar y optimizar la función del órgano trasplantado. Diversos estudios han demostrado que una dieta adecuada y bien equilibrada, puede disminuir el riesgo de complicaciones posteriores al trasplante, como diabetes, aumento de peso y los efectos adversos de la terapia inmunosupresora.