
Es el conjunto de ejercicios de estimulación que se realizan con el niño, para disminuir el retraso madurativo asociado al síndrome de Down (Moreno Hernández, 2007). Se puede comenzar días después del nacimiento, hasta aproximadamente los seis años. Las áreas de desarrollo que se favorecen con la estimulación son: área psicomotora, cognitiva y lingüística, social y afectiva.
La familia es un elemento clave en la estimulación temprana, ya que es el principal apoyo en los avances y logros del niño. Por ello, además de realizar los ejercicios de estimulación, es MUY IMPORTANTE mantener las buenas relaciones del entorno familiar con apoyo, paciencia y el disfrute de momentos de ocio y de las actividades sencillas del día a día de toda la familia.
Los ejercicios descritos a continuación pueden realizarse en niños recién nacidos hasta el primer año de vida.
Para el área psicomotora, reforzaremos la motricidad fina y gruesa de la siguiente manera:
Para el área cognitiva y lingüística:
Para el área social y afectiva:
El niño con Síndrome de Down, debe relacionarse con otros niños. Sin embargo, para nuestros niños del Proyecto PROMESA, dada su condición cardíaca, no es recomendable que visiten lugares comunes, como centros comerciales, parques, etc. Por ello, la familia debe ser la compañía más bella para nuestros niños, para hacerlos felices, protegerlos y cuidarlos, realizando prácticas como el buen lavado de manos antes de acariciarlos, consentirlos o ayudarlos con la alimentación y el baño.






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